Esta crisis ha puesto en valor la importante inversión en infraestructuras de Red (Fibra y móvil) que se ha producido en este país y que nos ha permitido estar a la cabeza en Europa y afrontar mejor esta crisis. Pero también nos ha enseñado que la Red es un activo estratégico, no solamente para el mantenimiento del tejido social y económico de un país a través de las comunicaciones, sino también para garantizar su capacidad de transformación y desarrollo económico a futuro.
Es urgente que empresas y autoridades, nacionales, regionales y locales, colaboren para poner en marcha planes de recuperación económica valientes, que ineludiblemente pasan por una agenda digital ambiciosa. Solo así podremos garantizar que nuestras sociedades y economías sean más resilientes, sostenibles, digitales e inclusivas. Debemos acelerar la transformación digital para lograr una España moderna y competitiva en el escenario global. En este sentido, desde Vodafone proponemos una iniciativa ambiciosa:
Conociendo hoy el rol estratégico y la importancia de las infraestructuras de telecomunicaciones deberíamos marcarnos como designio nacional la conectividad al 100% de todos los españoles, sin excepción, con banda ancha de nueva generación, fija y móvil. Para tal fin, será necesario utilizar parte de los fondos de recuperación europeos a través de una taskforce entre los diferentes operadores y la administración a través de Red.es con la ambición de llegar esta objetivo de la España 100% conectada en no más de 2 años.
Las redes de telecomunicaciones se convertirán de esta forma en una nueva palanca de vertebración territorial, generadora de oportunidades y desarrollo económico y social, especialmente en zonas rurales con acceso limitado a las herramientas de la sociedad del conocimiento. Esta iniciativa ayudaría a favorecer la inclusión digital de todos, ofreciendo un acceso universal a los servicios digitales y promoviendo mayores niveles de alfabetización digital para todos los ciudadanos. Apoyaría la transformación digital de las empresas, especialmente de las PYMES, que suponen más del 99% del tejido empresarial español, junto con los profesionales. Si antes de la crisis la eficiencia en los procesos y la reducción de gastos y ahorro de tiempo eran las principales ventajas, ahora el mero proceso digitalizador y el ecommerce se han revelado en auténticas palancas de supervivencia empresarial. Y por último, impulsaría de forma inevitable la digitalización de áreas claves como la salud y la educación, la Administración de Justicia, u otros servicios e infraestructuras de las administraciones públicas.
La gravedad y profundidad de esta crisis exige respuestas rápidas y contundentes. Juntos hemos afrontado el pico de la crisis sanitaria y juntos podemos superar esta crisis e impulsar la transformación social y económica de España, acelerando una salida digital para ciudadanos, empresas y administraciones públicas. Las crisis traen oportunidades para replantearse las prioridades, pensar a lo grande y ambicionar el liderazgo de la transformación digital del país.
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